El stock de casas ineficientes ya construidas en Europa es muy elevado, y es responsable de una buena parte del total del consumo energético. Se pueden conseguir ahorros energéticos importantes mediante la rehabilitación de estos inmuebles.
Toda rehabilitación energética precisa en primer lugar de un análisis detallado del estado actual del edificio. Este acercamiento permitirá tomar decisiones más acertadas en la rehabilitación para mejorar el comportamiento térmico del mismo. Según lo anterior, hay determinados parámetros que influyen de manera notable en el comportamiento energético del edificio, destacando unos u otros en función del clima de la localidad en la que se ubique. Una vez estudiados estos parámetros será más sencillo acotar la información que se busca obtener de la inspección in situ.
Las medidas de mejora para la rehabilitación energética de edificios existentes se han de enfocar desde el punto de vista tanto de la sostenibilidad como de la calidad de la edificación resultante. Las medidas están destinadas a conseguir la máxima reducción de la demanda energética con relación a la situación del estado actual del edificio. El análisis se puede completar incluyendo futuribles como el coste de la energía futura que ahorrará la intervención de rehabilitación.
Para conseguir disminuir la demanda, las medidas de mejora deben ser implementadas dentro de la lógica del diseño solar pasivo, tanto para las épocas frías como para las cálidas. En invierno, el aislamiento térmico en la envolvente térmica, cumple la función de disminuir las pérdidas para conservar el calor en el edificio durante el máximo tiempo posible. Las pérdidas, a evitar, se producen a través de los cerramientos de la envolvente térmica, por los huecos en los cerramientos, y por las infiltraciones de aire.
El procedimiento para el aprovechamiento de la energía solar pasiva pasa por cuatro etapas: La captación solar diurna, el almacenamiento del calor recolectado en las masas térmicas del edificio, la distribución del calor almacenado y la conservación de la energía durante el mayor tiempo posible.
En condiciones climáticas de verano el objetivo principal es evitar la incidencia de radiación solar en el interior del edificio protegiendo de los rayos solares los huecos en la envolvente. Se minimizarán las cargas internas en la medida de lo posible y se disipará el calor acumulado en el edificio por medio de la ventilación nocturna. El enfriamiento nocturno de las masas térmicas del edificio juega un papel muy importante en la disminución de la demanda de refrigeración.
Dentro de todas las actuaciones posibles, las medidas dependerán de cada caso concreto:
- Aumento del nivel de aislamiento en la envolvente térmica del edificio: Se aislarán fachadas, cubiertas, suelos y medianeras. La evaluación previa del edificio nos indica en qué parte de la envolvente va a ser mayor la incidencia del aislamiento.
- Modificación de huecos de fachada: Las medidas de mejora en los huecos son la sustitución de vidrios, sustitución de vidrios y carpinterías o la instalación de una doble ventana. Los objetivos que se persiguen son limitar las pérdidas nocturnas y en condiciones de invierno, introducir la radiación solar en el edificio, evitando el sobrecalentamiento en verano.
- Instalación de protecciones solares: Esta medida es especialmente recomendable en climas cálidos; persigue reducir las ganancias en verano. Los principales dispositivos son las pantallas fijas, las celosías de lamas fijas o móviles, y las pantallas flexibles o toldos.
- Corrección de puentes térmicos: Se debe asegurar una protección térmica lo más uniforme posible en toda la superficie de pared, disminuyendo las pérdidas energéticas a través de los puentes térmicos, y reduciendo el riesgo de condensaciones superficiales en estas zonas de la envolvente.
- Limitación de las pérdidas nocturnas: Se pueden disminuir las pérdidas incluyendo persianas o contraventanas aislantes.
- Galerías acristaladas e invernaderos: Son dispositivos de ganancia aislada que recogen la radiación solar en un área exterior a la envolvente térmica del edificio, y que se puede cerrar o abrir selectivamente. Para el correcto aprovechamiento de la energía solar pasiva se conecta con el edificio en los momentos en que hay ganancias de energía solar, y se aísla de éste en los momentos en los que se producen las pérdidas energéticas. En verano debe estar protegido del sol y ser practicable para evitar el sobrecalentamiento.
- Muro Trombe: Consiste en convertir muros pesados soleados en invierno, que existan en la edificación a rehabilitar, en acumuladores de calor mediante el aprovechamiento del efecto invernadero. Se aprovecha el efecto de termocirculación para distribuir el calor captado, aportando aire caliente al interior del espacio habitable. Es adecuado para edificios de uso diurno.
- Reducción del caudal de aire exterior por infiltración: El objetivo de esta medida es reducir la demanda de energía mediante la disminución de la entrada involuntaria de aire exterior que penetra en el edificio ya sea debido a la presión dinámica del viento
y/o al efecto de tiro que se produce en edificios altos. - Modificación del color en cerramientos: El color de los cerramientos influye en la cantidad de radiación solar que absorben o
reflejan, y por tanto en su calentamiento durante las horas del día. El objetivo de esta medida es reducir la demanda de energía de refrigeración, , especialmente en climas cálidos, reduciendo la radiación solar absorbida en cerramientos exteriores y en cubiertas. - Ventilación nocturna, enfriamiento gratuito y enfriamiento evaporativo: La ventilación nocturna permite el enfriamiento de las masas térmicas del edifico, que absorberán calor durante el día, reduciendo la demanda de refrigeración. El enfriamiento gratuito consiste en introducir aire exterior cuando se persigue enfriar aire interior que está a una temperatura superior. En condiciones de sobrecalentamiento, todo sistema que aproveche el aire exterior siempre que sea posible, se traducirá en disminución de la demanda de refrigeración. El enfriamiento evaporativo se puede utilizar en climas secos para reducir la temperatura del aire, teniendo en cuenta que para evaporar adecuadamente es necesario poseer buena ventilación.